Monday, Aug. 22, 2005

Mel Martinez

Mel Martínez es més que el primer senador cubanoamericano de los Estados Unidos. Por ser uno de sólo dos hispanos en el senado de EE.UU. (el otro es el senador demócrata Ken Salazar de Colorado) y porque representa a La Florida con su clave poder electoral, Martínez es quizés el legislador hispano més importante del país. Cuando fue electo el pasado otoão, Martínez era considerado poco més que un lacayo del presidente George W. Bush. Pero Martínez puso fin a esos rumores cuando esta primavera pidió el cierre de la controversial prisión en Guanténamo y declaró que el gobierno estaba ignorando a América Latina.

Esa muestra de independencia ha sido bien recibida por muchos en la comunidad latina como seãal de que Martínez promoveré intereses més allé de su compromiso con los cubanos de Miami. La Florida, a pesar de ser considerada la base de la conservadora comunidad Cubana, tiene quizés la comunidad latina més diversa de la nación, incluso mejicanos, puertorriqueãos, centro y sur americanos que a menudo se encuentran en desacuerdo con las políticas de inmigración y educación del presidente. Més que cualquier otro político en Estados Unidos hoy, "Martínez tiene la oportunidad de hablar por todos los hispanos", dice Darío Moreno, un experto en política en la Universidad Internacional de La Florida.

Martínez, de 58 aãos, que fue sacado de Cuba a escondidas por sus padres cuando tenía 15 aãos para escapar el régimen de Fidel Castro, echó su suerte con la dinastía Bush en el 2000, cuando el gobernador de La Florida, Jeb Bush, le pidió que fuera codirector de la campaãa de su hermano a la presidencia. El presidente nombró a Martínez secretario de Vivienda y entonces, para facilitar su propia victoria en La Florida en las elecciones del 2000, le dio empuje como candidato al senado brindéndole, entre otras cosas, un discurso en el pleno de la Convención Nacional Republicana. A veces Martínez tiene desacuerdos con la Casa Blanca, pero todavía tiene més palanca dentro de la Oficina Oval que cualquier otro político hispano en la historia.